Enel Evangelio no se descarta que los discípulos no tengan persecuciones o pasen momentos de sufrimiento, por eso la insistencia de Jesús en este tema: “No tengáis miedo”. Directamente se te invita a la necesidad de confiar en Dios, en el que nos cuida y nos protege. Este mismo era el discurso de Carlos de Foucauld a los que se habían
12Kviews, 115 likes, 22 comments, 19 shares, Facebook Reels from Wilmar Cristancho: No tengo riquezas pero sí el apoyo de los zipaquireños y eso vale 12K views, 115 likes, 22 comments, 19 shares, Facebook Reels from Wilmar Cristancho: No tengo riquezas pero sí el apoyo de los zipaquireños y eso vale más que el oro 懶 ️
Esimportante destacar que esta fobia no está basada en una evaluación realista de los riesgos asociados a la riqueza, sino en creencias distorsionadas y emociones desproporcionadas. La psicología ha explorado estas ideas y ha propuesto diferentes enfoques para comprender y abordar este miedo.Nohay oro ni plata en mi cinto, tampoco cosas suntuosas, pero tengo riquezas, todas aquellas cosas que solo la vida ofrece y una vez que las pierdes las No hay oro ni plata en mi cinto, tampoco cosas suntuosas, pero tengo riquezas, todas aquellas cosas que solo la vida ofrece y una vez que las pierdes las perderás para Esun automóvil típico, uno que realmente no se nota, y así es como lo quiero. No emite vibraciones de riqueza, pero tampoco emite ninguna otra impresión. Mantengo mi apariencia de bajo mantenimiento, pero limpia. Mantengo un peinado corto, muy poco mantenimiento diario, y no tengo barba, ya que me afeito todos los días en la ducha.Nossostiene en sus manos en los momentos más difíciles, y nos repite: “No temas, no temas”. Así se nos invita también hoy a no tener miedo; tendremos dificultades y persecuciones, pero no tenemos que estar preocupados; porque no es más el discípulo que su Maestro. Se nos invita a la confianza y a ponernos en manos de Dios, sabiendo
Eclesiastés6 1 Hay un mal que he visto bajo el sol, y muy común entre los hombres: 2 un hombre a quien Dios ha dado riquezas, bienes y honores, y nada le falta a su alma de todo lo que desea, pero que Dios no le ha capacitado para disfrutar de ellos, porque un extraño los disfruta. Esto es vanidad y penosa aflicción. 3 Si un hombre engendra cien hijos y